Amada, el aura dice,
de Antonio Machado. Un bonito poema que Machado, uno de los poetas más importantes de la Generación del ’98, dedica a su amada:
El viento me ha traído
tu nombre en la mañana;
el eco de tus pasos
repite la montaña…
No te verán mis ojos;
¡mi corazón te aguarda!
¡Oh tú, mi amor!,
de Rafael de Alberti. Un poema muy gráfico, que alaba y ensalza la belleza de la amada del poeta de la Generación del ’27 Rafael Alberti:
Oh tú, mi amor, el esmerado estilo
de tu gran hermosura que en sigilo
casi muriendo alabo a toda hora.
Oh tú, mi amor, yo canto la armonía
de tus perfectos senos la alegría
al ver que se me abren cada aurora
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